Una novata en el Ayuntamiento

Por fin he terminado los exámenes. Tras un largo y duro mes, ya puedo decir que soy...¿libre? jajaja, ni de coña; ahora todo mi tiempo lo invierto en clases de conducir y en la radio. Y a propósito de la radio, ¡me encanta!. Boletines informativos, ruedas de prensa, etc, hacen de mi vida algo más divertido, si cabe.
Por cierto, me podéis escuchar por internet. La página web de la radio es www.elitefm.es, pero no puedo aseguraros cuál es mi cometido, ya que empecé recopilando las noticias del día para los boletines horarios, y justo ayer me propusieron probar algo nuevo: la radiofórmula. La cosa parece interesante, pinchar grandes éxitos oldies en un programa que no sé aún ni cuándo se emite (hoy me dirán).

Respecto a mi anterior trabajo en la radio (el de elaborar noticias para luego informar por la emisora), puedo asegurar que en dos días que he salido de rueda de prensa me ha ocurrido de todo. Una pava andaluza dando vueltas por Bilbao, con un micro de esos enorme en el bolso y tres metros de cable, escudriñando los sitios emblemáticos de la ciudad en busca de la noticia; todo un reto. Tampoco es nada del otro del mundo, pero os aseguro que la experiencia merece la pena. Mi primera rueda de prensa fue en el Museo de Bellas Artes. Todo perfecto, se trataba de la exposición "De Goya a Gauguin", y además de regalarme un pedazo de catálogo brutal de todas las obras recopiladas estos años (y que vale un pastón), conocí a otros compis del mundillo. En esa primera experiencia mi reto fue: saber dónde coño iba enchufado el cable del micro. Por suerte, todo fue rodado.


Ya en mi segunda práctica en el exterior, esta vez en el Ayuntamiento de Bilbao, la tarea era más que sencilla: con motivo de los festejos del akelarre en Artxanda, se iba a celebrar una rueda de prensa en la que el director de protección civil explicaba los aspectos básicos de la seguridad del evento. Ahí estaba la Patri, más contenta que unas pascuas, con su micro de nuevo, su cable, etc. Después de llegar al lugar, y que un poli cachondo me retuviera media hora para certificar que era periodista (en mi caso, periodista en potencia jaja), por fin pude acceder al brutal salón donde se celebraba. Pero en esta ocasión mi problema con el cable ya era agua pasada; ahora mi principal inconveniente consistía en saber cómo se llamaba el tío, qué cargo ocupaba (eso ya lo tenía medio claro), y lo más importante, quién era de los dos pavos que había.


Era el momento de entrar en acción y preguntar a los compañeros de gremio, pero éstos estaban a lo suyo preguntando por una huelga que por lo visto había otro día, y que era un tema ajeno al akelarre y a todo, poniendo en un compromiso a los dos fulanos que estaban allí (más tarde razoné que realmente en eso consiste el oficio). Pero bueno, yo seguía a mi bola buscando a alguien que me sacara de dudas; y cuando por fin encuentro a la persona idónea para eso, el espíritu de la reportera primeriza me poseyó. Transcribo el diálogo:

-"Perdone, ¿trabaja usted en el Ayuntamiento?", dije con amabilidad.
-"Sí, ¿qué quieres?", contestó una funcionaria con cara de pocos amigos.
-"Saber quiénes son los dos ponentes".
-"Andoni garrjnfciohecbñohdwqnxbekndijewlmxcme", director de protección civil.
(En este momento me cosqué que no era la única que no sabía quiénes eran los pavos, porque un nutrido grupo de compis estaban al loro)
-"Perdona, ¿has dicho Antonio Largo?"
-"¡No, maja,no!, he dicho ANDONI ksdvnoiewnfencmco", contestó la gran profesional con cara agria.
-"Ammmmm Oleagordía...vale, vale, es que los apellidos vascos los llevo muy mal jajaja"...y entonces...¿me ha dicho usted en qué trabaja este hombre?"

Para cuando reaccioné, me encontraba sola en la sala, así que me fuí a mi redacción y me busqué la vida por internet, con el propósito de mejorar en mi profesión y hacerlo cada día mejor.

Un saludo. Laster arte (hasta pronto).